Persiguiendo la Felicidad

Felicitat

Extracto de la charla “Persiguiendo La Felicidad”

En la charla del pasado 20 de abril, decía que mucha gente se pasa la vida persiguiendo la felicidad como aquel que persigue su sombra sin llegar nunca a atraparla.

La felicidad, como dice Paulo Coelho, no es pasarse la vida riendo y estar eufórico. Es más bien la paz interior, la serenidad y la plenitud de vivir sabiendo que se está en el camino escogido.

A mí también me gusta explicarla como la capacidad de ser libremente yo, la capacidad de ser yo mismo/a.

Seguramente es en este ser un/a mismo/a donde encontramos la dificultad de encontrar la felicidad.

Buscamos la felicidad en sitios equivocados:

Pensamos la felicidad como un destino que hay que conseguir, En realidad la felicidad está en la línea de salida. La felicidad no es un objetivo misterioso que esté fuera de nosotros, la podemos desplegar cada mañana cuando abrimos los ojos. La felicidad es nuestra.

Tenemos que conseguir apartar los muros que no nos dejan acercarnos a ella, algunos de los cuales son creencias.

Nos la miramos con gafas equivocadas. Con las gafas de las otras emociones:

  • Nos la miramos desde el miedo y entonces la vemos como una amenaza que nos puede llevar a la tristeza.

Sentimos tanto dolor de no ser felices, que la propia felicidad la recibimos como una agresión. Tenemos tanto miedo a perderla, y sufrimos tanto para tenerla, que hay quien cree que es mejor no quererla.

  • Nos la miramos desde el vacío de la tristeza,  y entonces la buscamos con cosas externas a nosotr@s pensando que así, el vacío doloroso, se llenará.

Muchas veces pensamos: cuando me case seré feliz, cuando tanga hijos seré feliz, cuando cambie de casa seré feliz, … No será mejor: Lo tengo todo y no soy feliz. Porqué la felicidad no son cosas.

  • Otras veces la felicidad nos provoca rabia. Sentimos envidia de ver a los otros felices.  Terminamos menospreciando y odiando a la propia felicidad.
  • O, sentimos culpa y nos la prohibimos. Sentimos culpa de ver que somos, o podemos ser, felices. Pensamos que, si los otro no lo son, o no lo están, nosotros no tenemos derecho a serlo.

En realidad, muchas veces, detrás de este pensar hay otro: Yo no tengo derecho a ser feliz

Confundimos el significado de ser nosotr@s mism@s

A menudo rehuimos de nosotr@s mism@s por:

  • Buscarnos a través de los otros.

Hay personas que escapándose de la sensación de aislamiento, e incapaces de sentirse elles mismas, se convierten en parte de otra persona. Necesitan de alguien que les dirija, les proteja, las guíe, y se convierten en el respirar del otro. No están nunca solas, no corren riesgos, no toman decisiones, … Son persones dependientes que no tienen integrado el concepto vital de separatividad.

  • Ser quien quieren, los otros, que seamos.

Much@s de nosotros, en ocasiones, nos encontramos pensando si lo que sentimos es lo que toca sentir. Si es lo que la gente quiere escuchar. Si es lo que esperan que sintamos. O bien si es lo que tenemos que hacer y sentir para que los otros estén contentos de mí, y no decepcionarlos, … A menudo esto sucede de manera automática e inconsciente. Hacemos o decimos en función de los otros, hasta que llega un momento en que nos perdemos. Al perdernos sentimos un vacío muy grande: caemos en un malestar, en la tristeza, en una depresión, nos sentimos infelices. Se debe a que no tenemos la serenidad ni la plenitud de vivir sabiendo que estamos en nuestro camino escogido. No nos sabemos felices y buscamos llenar este vacío.

¿Como intentamos llenar el vacío que nos deja el o ser felices?:

  • Persiguiendo coas: coche, casa, marido, hijos, …
  • Dando felicidad a los otros, sin incluirse en el pack, porqué en el acto de dar se puede experimentar la fuerza y sentimos la expresión de nuestra vitalidad. Pero dar sin incluirse, a la larga, aún nos vacía más.

La felicidad quiere permiso para ser, no quiere límites internos.

Cuando sentimos dificultad en encontrar nuestra felicidad es que alguna cosa ha sucedido. Seguramente es que en algún momento de nuestra vida hemos perdido la libertad de ser nosotr@s.  O bien es que hemos escogido un camino que no nos llena, un camino donde no nos somos fieles.

La gente se pregunta que significa darse permiso para ser feliz. Darse permiso es una actitud amable hacia nosotr@s mism@s, donde hay un espacio para nosotros. Es creernos que también tenemos derecho a ser felices. Para esto es necesario responsabilizarse y hacernos cargo de nosotr@s mism@s y permitirnos:

  • Ser quien somos, en lugar de esperar que les otros, o alguien, nos diga qué tenemos que hacer.
  • Sentir lo que sentimos, en lugar de sentir lo que los otros quieren que sintamos. O que yo pienso que quieren que sienta, o que creemos que tenemos que sentir.
  • Pensar lo que pensamos, y decirlo si queremos decirlo o callarlo si queremos callarlo.
  • Correr riesgos, aceptando las condiciones de los riesgos.
  • Buscar lo que necesitamos, en lugar de esperar que los otros nos lo ofrezcan o nos lo den.
  • Tener ilusiones
  • Dejar que los demás sean como son.

Participar de la nuestra vida no solo es posible, sino que es inevitable.

Por qué esta dificultad en reconocernos a nosotros mismos?

  • Problemas de confianza y de autoestima
  • Nuestra historia personal. Hemos crecido a través de la ayuda de nuestros padres, hemos aprendido a mirar el mundo a través de sus ojos. Los primeros mensajes que recibimos en las primera etapas de nuestra vida ayudan a configurar la imagen de nosotros/as mismos/as: primero mensajes corporales y después miradas y palabras, que nosotros/as interpretamos a nuestra manera.

Dicen que desde muy pequeñitos configuramos nuestro guión de vida. Lo construimos en respuesta a nuestra percepción de lo que pasa a nuestro alrededor, de mensajes que llegan del padre y de la madre. Verbales y no verbales.

Vamos entendiendo la vida, a mirarnos y a evaluarnos repitiendo el cómo fimos mirados y evaluados.

Hemos recibido, y nos han educado, con mensajes explícitos y implícitos que hemos recibido: esfuérzate, se perfecto, no llores, no rías, no sientas, se importante, no vales nada,…

Todo son elementos que en un momento dado pueden dificultarnos tomar el timón de nuestra vida. Pero no podemos olvidar que somos los protagonistas de nuestra película, y no somos los personajes secundarios.

¡Escoge tu actitud!!!!!!

Pidamos ayuda, si hace falta.

A menudo nos cuesta darnos permiso para mirar que es lo que nos está pasando, y reconocer que a veces necesitamos ayuda.

A veces nos encontramos entre dos fuerzas, la de si que quiero vivir y estar mejor, y otra que nos boicotea con la excusa –ahora no es el momento, no hay para tanto, en el fondo estoy bien.

En el fondo los boicots son fantasmas internos que nos dan miedo y no nos dejan vivir, no nos dejan decidir, no nos dejar tenernos en cuenta, no nos dejar movernos el sitio incomodo dónde estamos. Los boicots son nuestros miedos, son nuestra falta de estima hacia nosotr@s mism@s. Son fantasmas que les damos el poder para que decidan por nosotros. Nos parapetamos con ellos, y así no hacemos frente a la realidad.

Normalmente l boicot siempre va acompañado de grandes justificaciones: “ahora no tengo tiempo”, “ahora no tengo dinero”, “me da pereza”, “no es importante”, “soy exagerad@”, “nadie me puede ayudar”,…

Decide cuando quieres ser feliz

En realidad, nunca es el momento para nada, o cualquier momento puede ser el momento. Cualquier momento puede ser el momento para hacer aquello que queremos.

Es verdad que nunca tenemos ni el dinero ni el tiempo, pero tenemos dinero y tiempo para lo que queremos. Nos merecemos lo mismo que se merece todo el mundo: ser felices. Querer estar bien es importante, forma parte de la responsabilidad de la vida, y, ahora por ahora, solo tenemos esta vida, no podemos eludirla.

Comenzar una terapia es emprender un viaje con paisajes que nos gustan más y paisajes que nos gustan menos, pero siempre aprendemos.

Siempre que te digas: ahora no es el momento, piensa, con la máxima sinceridad porqué dices que no es el momento, investiga que es lo que te da miedo de emprender, de este viaje. No te dejes vencer por el miedo, se Valiente. Decide desde tu libertad interna. Allí donde haya un miedo, allí tenemos que descubrir qué pasa.

¿Por qué nos dan miedo los cambios? ¿Por qué nos da miedo buscar estar bien, si donde estoy no me siento bien? ¡¡¡¡Puede pasar que mejores, pero difícilmente el final del proceso será peor que el presente!!!!

¡¡¡¡Eres ineludible!!!!

Si crees que precisas de acompañamiento en este proceso puedes contactar conmigo aquí 

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